¿Por qué te seguiré llamando?

Es que volteo y al rededor veo mucho que me preocupa. Y también me ocupa.

Claro que hay mares y montañas y playas y bahías y árboles y mariposas y mapaches y pajaritos. Hay convivios y hay bebés que se ríen, hay padres enseñando a sus hijos, hay maestros y hay abuelos. 

Pero es que también hay niños, viviendo entre tanto dolor, hay hombres que callan lo que sufren porque no existe la compasión en su alrededor, hay mamás que ya no saben qué hacer para sacar a sus hijos adelante porque las opciones que las enfrentan son demasiado complicadas, hay chavos con problemas que sienten que no van a poder superar y prefieren no seguir. 

Es que puedo respirar y puedo correr, puedo sobre todo bailar, puedo comer frijoles calientes y pan recién horneado. Pero igualmente puedo ver a una juventud llena de adiciones, a niñas buscando amor en los lugares más peligrosos, a niños haciendo cosas solo porque es la única forma de protección que conocen. 

Y es que volteo a mi alrededor, donde incluso en lugares con más privilegio … no lo veo. ¿Dónde está el privilegio de vivir en un país “primermundista” que abusa de tu pobreza? 

Un país que te violenta y te vende curitas para las heridas que necesitan cirugía. No. 

Te vende pastillas para un problema que necesita de aire limpio, de calles sin químicos en la tierra, de agua sin petróleo y toxinas, de cuerpos sin plásticos. 

La gente más entregada, más bondadosa, más agradecida, y sobretodo más honrada, pagando por deudas que no se merecían. 

Pagando las consecuencias de opresión que ellos no crearon y que apenas entienden cómo funciona.

Y hay tanto amor por dar, por celebrar, por compartir.

Quiero más solidaridad y mucha más paz.

Empatía. Y no discutiré porque es merecida por todos.

Aflicción, te hablo porque quiero que veas el poder de tu existencia.

Hay niños pequeños, hay señores mayores, hay gente que se está encontrando, hay países siendo explotados, hay pueblos que necesitan algo que no ven.

Y somos todos.

Le hablaré a él amor y aún que no te puedo ignorar, aflicción, no te voy a nutrir.

Cuando vea dolor, lo sostendré por compasión pero después lo abrazaré.

Lo trataré con gentileza y compartiré mi cariño. Aceptaré de dónde viene, sin juzgar su camino (yo no lo caminé), lo veré a los hijos y honraré su historia, dándole su espacio. 

Sin crear más ruido, cultivaré la paz.

what do you think ?